La mitad
- Proyecto Jenniña blog
- 10 nov 2018
- 1 Min. de lectura
Me han dicho, pero sin hablar, que hay dos deseos básicos: los de caminar lejos para luego regresar.
Debemos ir lo más lejos posible para aprender a vivir, cuando ya estemos muy, pero muy cansados, cuando hayamos de por más olvidado, habrá un estruendo, un llamado. Y desearemos retornar.
No podría existir la vida si no quisiéramos avanzar. Comprar, lograr, gastar, evadir, olvidar. No habría regreso si no lloráramos el olvido y deseando morir, como forma de retornar.
Ya queda menos, dijo mi ser nuclear, ya puedes dar la vuelta y lentamente, regresar.
Un día lloré y lloré, sin poder parar. Sentí el vacío que constantemente estamos evitando y me hice cargo del olvido, llorando por recordar, que una vez hubo en mí otro sendero al que llamamos nuestro hogar.
Vamos. No te rindas. Solo queda la mitad. Falta un tramo. Un tramo largo. Cincuenta vidas por andar. Has dado el primer paso, diste vuelta en el lugar, te he visto firme en el proceso, pero aún falta un poco más.
No te rindas, queda menos, pero algo aún debes recordar: cada vez, no temas, te cansarás más, más y más. Aprovecha cada paso, cada mirada, cara aroma, recuerda, cada suelo y cada rosa. Algún día, hazme caso, a ellas también extrañarás.
Comments