A-aron
- Proyecto Jenniña blog
- 10 nov 2018
- 1 Min. de lectura
Un diez de espadas me advirtió que te estabas yendo y yo me preparé para dejarte ir. Pero ¿quién está preparado para dejar ir a un ser amado? Sos de donde vengo y hacia donde voy, porque vos y yo somos lo mismo. Aunque sé que somos un alma eterna y que esto es sólo una breve parte de la historia, que somos infinitos y que vos y yo somos lo mismo, extraño tus manos suaves, tu sentido del humor y tu mal humor. Extraño al desfachatado que iba por ahí burlando las formas serias y poniéndole a todo su magia, rompiendo algunas estructuras, transformando espacios y haciendo las cosas a su manera. Ahora desde allá me aconsejan que te escriba para perdonarte y yo elijo escribirte para agradecerte. Y para honrarte y honrarme a mí. Porque vos y yo somos lo mismo. Me quedé con tu signo y también con tu ego sufridor, pero yo doy un paso más en el juego y vivo para ir más allá de lo que vos construiste. Yo ya sé que sufrir para ser amado es un sin sentido y que estar enfermo solo es bueno para comprenderse, no por auto-compasión. Aprendí que el amor no es una necesidad sino un estado. Voy a evolucionar hasta donde vos no quisiste para crear una nueva versión: ser yo misma con lo mejor de vos. Nos vemos por ahí o por acá, aunque yo sé que nunca te fuiste, vivís en mí, papá.
Comments