Benito
- Proyecto Jenniña blog
- 10 nov 2018
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El crujir de las hojas les recuerda lo solos que están. Aunque al menos ellas todavía les visitan.
-¡¿Otra vez ustedes?! ¡Silencio! ¡Dejen descansar en paz!- blasfemó Benito.
-No te van a escuchar- le aconsejó Gervasio entre risas, burlándose de su vecino.
-¿Porque son hojas?- preguntó Benito.
-No, porque estás muerto- le recordó Gervasio.
Y luego, los dos, se cruzaron de brazos y se adentraron en sus grises y solitarias tumbas, para descansar por siempre, para descansar en paz. Siempre y cuando las hojas se lo permitan.
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