Krakow
- Proyecto Jenniña blog
- 10 nov 2018
- 1 Min. de lectura
Lo que no se puede decir se hace poema. Ya viví polaca, ya te viví Cracovia. Fui feliz acá y acá también mi alma fue robada, mi mirada perdida y nuestro árbol herido. Esta vez nací con ese mismo sentimiento, por eso hoy vine a tu Torre de Wawel para que me liberes a mí también. Mi eterna búsqueda, vos me das respuestas polaca. Falta de aire, miedo, angustia, una historia ancestral nunca contada, un silencio lleno de dolor que corre por mi ADN y mi ARN. Yo te llevo en las venas polaca. Llevo tu arte, tus canciones, tus risas y mis facciones. No podemos ser sin saber, tengo que conocer de donde vengo para entender. Con perdón y aceptación libero a mi alma y me entrego al guión de Dios. Voy recorriendo un camino de mensajes para resignificarlo todo y poder ser quien soy, amor y creación. Hay un dibujo impreso en el Cielo para mí y lo voy a cumplir. En esta vida, polaca, nos toca ser feliz. Gracias padre, madre, hermanos y abuelos por toda esta historia que hoy soy. Gracias Alma por esta oportunidad. Gracias Dios por tu eterna Creación. Tres y tres mil veces, gracias.
Comments