Magdalena
- Proyecto Jenniña blog
- 10 nov 2018
- 1 Min. de lectura
Fuiste juzgada mal, Magdalena. Ya he conversado contigo en otros tiempos y en otros capítulos, por lo que también fui juzgada y lapidada. Fuiste mal juzgada porque solo creías en el poder femenino de la creación y el alto magnetismo de la unión de los cuerpos en pos del amor. La unión de lo femenino y lo masculino como magia de creación y amor superior. Pero te juzgaron mal. Esos quienes aprovecharon para sepultarnos a todas por miedo a nuestro poder. Nos juzgaron a todas cuando te juzgaron a vos, Magdalena. Todas somos vos. Y todas estamos volviendo a liberar esa energía creadora, poderosa y milagrosa. Yo estoy contigo Magdalena. Sé quién sos, una hija del gran Dios padre y madre. Igual que todos, igual que yo.
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