Mosquita muerta

Esta es la vida de dos mosquitas: Se encuentran en la peluquería y una le cuenta a la otra los dramas que había tenido ese día con su marido.

-No te hagas tanta mala sangre, Melody, ponele alegría que el día es corto-, le aconsejó la mosquita.

-Sí, tenés razón, Glory, voy a ver si me reconcilio con Néstor y a vivir el día!-, le responde la otra mosquita; luego paga la cuenta del lavado y la permanente, le deja 20 pesos de propina a la peluquera y se muere. La peluquera también marcha y a Melody le quedan un par de horas. Pero tranquilos, que para las mosquitas eso, es casi toda una vida. ¡A vivir el día mosquitas muertas!